Fiesta de Jesús, Buen Pastor
El Cuarto Domingo de Pascua, celebramos la fiesta de «El Buen Pastor», en la que recordamos que Jesús nos conoce a cada uno de nosotros íntimamente, como la palma de sus manos, y nos ama tan profundamente que por su propia voluntad entrega su vida por nosotros, convirtiéndose así en el único mediador de la salvación.
Las lecturas de este día nos recuerdan que Jesús, el Buen Pastor, promete un auxilio muy especial a todo el que le reconoce como Salvador y Señor. Frente a esta promesa nos pide docilidad, seguimiento y compromiso.
En el marco de esta festividad la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
El papa Francisco en su mensaje para esta Jornada, en el 2014, pide a los católicos que «abran el corazón a grandes ideales, a cosas grandes” y les convoca a orar para que haya personas que entreguen su vida a Dios.
El Santo Padre aconseja a quienes se interrogan sobre su vocación que no tengan miedo. «Dios sigue con pasión y maestría la obra fruto de sus manos en cada etapa de la vida. Jamás nos abandona. Le interesa que se cumpla su proyecto en nosotros, pero quiere conseguirlo con nuestro asentimiento y nuestra colaboración”, precisa.
Por otra parte, les exhorta a «participar con confianza en un camino comunitario, que sepa despertar en vosotros y en torno a vosotros las mejores energías”.