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“Vengo con humildad y sencillez a sembrar la semilla del Evangelio”


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Fueron las palabras de cercanía que brindó el nuevo obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, durante la homilía en la Eucaristía de posesión de la Sede Episcopal, llevada a cabo el 15 de agosto en la Catedral San José.

En su mensaje de amor a los fieles, el nuevo obispo de la Diócesis de Cúcuta recordó la misión que le compromete en esta Iglesia Particular. “Me pone el Señor aquí para sembrar la semilla del Evangelio. Semilla que se tiene que cuidar y regar. Me pone el Señor como testigo y pastor de esta Iglesia para apacentar con la mano y la caricia”, destacó.  

En su misión como nuevo obispo de la Diócesis de Cúcuta, el prelado destacó que llega para “asumir con responsabilidad y fortaleza la tarea del obispo, que es el custodio del rebaño, quien tiene que conocer, amar, servir y fortalecer a las ovejas”.  Pidió también a la Virgen María le acompañe y guie en su misión asignada.

Refiriéndose al crecimiento en la fe, monseñor Víctor Manuel precisó que “debemos fortalecernos y fortalecer procesos serios de evangelización”… “Tenemos que seguir con fuerza, con vigor y ánimo en la batalla por las cosas de Dios. Tenemos que dar razón de Cristo, evangelizar”.

Tomando el ejemplo del Papa Francisco, monseñor Ochoa pidió a la comunidad: “Les ruego oren por mí para que pueda ser quien, con humildad y sencillez, pueda ser un instrumento en las manos del Señor, para hacer resplandecer la presencia de Dios en su arca, en medio de nosotros”.

Pidió además que todos sigamos fortaleciendo el camino que se ha emprendido a través del Sínodo Diocesano con una participación activa y efectiva. “Es una Iglesia que se interroga, que se pregunta, que quiere dar razón de sí y de sus procesos para fortalecerse y congregar a muchos”. Resaltó también la urgencia de fortalecer procesos misioneros, que son posibles con este proceso. Asimismo destacó tres elementos fundamentales que se deben potenciar en la nueva evangelización: la conversión pastoral, la alegría y la santidad.

También habló a quienes se encuentran alejados de la fe. “Nuestra ciudad vive los fenómenos comunes en nuestra cultura pos-moderna. Son muchos los peligros y afirmaciones de lo humano”, por ello destacó que “nuestra tarea evangelizadora tiene que mostrar la alegría del Evangelio y la Luz de Cristo”.

Diversos obispos de Colombia, comunidades religiosas, presbiterio diocesano, seminaristas, diáconos, bautizados, agentes pastorales, autoridades civiles, de policía, militares y comunidad en general, hicieron parte de la celebración eucarística, en la cual monseñor Ochoa recibió por parte de la Alcaldía de Cúcuta las llaves de la ciudad.