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“Soy una guerrera para la gloria de Dios”


Así se define ‘Liliana’, una mujer luchadora y llena del amor de Dios, cuya fe y oración le han dado las fuerzas necesarias para seguir en pie tras la dura tragedia que vivió con su familia.
Dolor, angustia, rabia y desesperación, marcaron su vida al sufrir el secuestro de su esposo y la muerte de su hijo y de su sobrino.

De la dicha de lo que para ella fue un milagro del Señor pasó al sufrimiento más grande que puede sentir una madre: la pérdida de su hijo.

Meses antes del doloroso secuestro y asesinato de su hijo y sobrino, que ocurrió mientras tenía secuestrado a su esposo, ‘Liliana’, nombre dado para salvaguardar su identidad, sufría la angustia de una madre que ve postrado a su hijo en una cama tras un accidente con un cable de alta tensión que casi le sega la vida.

“Estando en el hospital mire la virgen milagrosa, yo le clamaba día y noche para que me recuperara a mi hijo le decía que me diera muchas fuerzas para salir adelante con esta situación”.

La tragedia no para

“A los 4 meses de haber salido del hospital mi hijo, secuestraron a mi esposo. Mi hijo entró en un estado depresivo. Todos los días vivía angustiado y preocupado por su padre”.

Estos fueron días de agonía para Liliana, cuyo único consuelo y fortaleza fue la oración y su confianza en el Señor.
Recuerda, que “un día me encontraba postrada de rodillas ante Dios suplicando que me diera fuerzas y aliento de continuar y una vecina me preguntó: ¿señora porque a usted le pasa tantas cosas malas?, Yo le respondí: – estoy a la mano del Señor, si es ésta es su voluntad que así sea”.

“Sentí que la vida se me acabó pero mi Señor me llenó de fortaleza”

Llevaba el dolor por el secuestro de su esposo y la angustia por la situación de su hijo, cuando tuvo que afrontar algo que jamás imaginó: tener que sepultar al hijo, que meses antes había vencido la muerte y a un sobrino. Los jóvenes también habían sido secuestrados y luego fueron asesinados por sus captores.

“Pensé que el mundo se me había acabado el día que me dieron la noticia. No era capaz de continuar con mi vida, pero para la gloria del Señor, que me fortalece todos los días me ha dado muchas fuerzas (…) Él es mi escudo mi baluarte”.

Liliana ha perdonado las personas que acabaron con los sueños de su hijo y esposo. Desde que se levanta hasta que se acuesta su apoyo ha sido la emisora diocesana Vox Dei. “Lo único que hago es orar por esas personas (…) Cuando uno está vacío comete esas atrocidades”.

“La emisora es mi compañía, me ha ayudado mucho su programación”, asegura al mostrarse fortalecida en medio de tanto sufrimiento.

Sin lugar a dudas, ‘Liliana’ es un testigo del Resucitado, que abrió su corazón al perdón y gracias a ello ha encontrado la fortaleza para seguir adelante.

Ella fue la invitada de hoy al  programa “Testigos del Resucitado”, emitido los lunes, de 9:30 a.m. a 10:00 a.m., durante el Tiempo de Pascua.

La emisora diocesana Vox Dei, 1.120 A.M., se puede escuchar también las 24 horas del día a través del portal www.emisoravoxdei.com y del app móvil Emisora Vox Dei.

Juan Gabriel Zaraza Parada, Comunicador Social en Formación.