Las biblioneveras, una manera de conectar con la lectura y la creatividad

Ni cebollas, frutas o verduras tienen los refrigeradores que están en seis aulas de clase de los municipios de Granada y San Carlos en Medellín. La Fundación Haceb, en alianza con otras sociedades como Secretos para contar, Fraternidad Medellín y Salva Terra, lidera un proyecto en donde una nevera verde está llena de libros: arriba, abajo, en las puertas: Es una biblionevera. 

“A estos electrodomésticos les quitan el compresor y todos los elementos eléctricos, hasta que queda una caja con forma de nevera. Les pintan la puerta de verde, para que los niños tengan un tablero de más, les ponen entrepaños de madera y las llenan de libros. Caben más de 100”, expresó Ana María Fernández, coordinadora de la Fundación Haceb. 

“La metáfora que resulta es aún más bella. Si las neveras guardan comida, también pueden guardar libros. Porque se vuelve un cajón que los protege de la humedad y del polvo. Hasta el momento han entregado seis en escuelas de Granada y San Carlos, y la idea, con todas las alianzas, es llegar a 80”, dijo Ana María Fernández. 

Para que nuestra nevera Haceb se convierta en una Biblionevera le toma en promedio 1 día ya que necesita pasar por un proceso de transformación interna y externa. 

Paso 1: La nevera Haceb cumple su ciclo de vida. Por su mayor capacidad, las dos referencias que se utilizan son: Nevera Assento F 375L  y Nevera Assento F 420 L que permiten un mayor espacio para guardar libros. 

Paso 2: Los entrepaños se cambian por unos de madera reciclada, donde se puede almacenar todo el material didáctico como: plastilinas, colores, pinturas y lapiceros. 

Paso 3: Se le da color y funcionalidad, al convertir parte de su exterior en un tablero donde los niños pueden escribir, dejar mensajes, participar en concursos o, incluso, ¡leer el correo!