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La caridad es parte esencial del ejercicio de amor de la Iglesia


 
La caridad fue el tema que monseñor Víctor Manuel Ochoa, obispo de la Diócesis de Cúcuta, trató con nuestros oyentes de la emisora Vox Dei. Monseñor dejó claro que existen muchas formas de vivir la caridad en los pobres y en la vida cotidiana, explicando que entendemos el sentido de la caridad, cuando la interpretamos la actitud solidaria con el sufrimiento ajeno, limosna o auxilio que se da o se presta a los necesitados.
El obispo de Cúcuta explicó que La caridad se deriva de tres dimensiones: la primera la limosna. El Papa emérito Benedicto XVI, en una de sus frases  decía que “La limosna es el derecho de los pobres”. La segunda dimensión es el servicio de caridad en los hermanos y sus necesidades; enfermos, ancianos, presos, drogadictos. La tercera dimensión es el tiempo y la caridad que tenemos en nuestra familia y las relaciones interpersonales con las personas.

“Benedicto XVI expresaba que la Iglesia no puede sentirse dispensaba del ejercicio de la caridad, como actividad organizada de los creyentes, no habrá situaciones  en las cuales no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad del amor”.

En medio de su explicación el obispo de Cúcuta expresaba que el Papa emérito Benedicto XVI presento la caridad como la capacidad, la operatividad de la fe. “La caridad es la que hace que nosotros en el mundo podamos ser testigos creíbles del evangelio”, puntualizó.

Algunas frases dichas por Monseñor durante la transmisión del programa.

La predicación y el amor como base de la vida cristiana
La caridad tiene que ser parte esencia de la actividad humana
Manifestación del amor que en la caridad  se da
La justicia y las buenas obras como reflejo de la caridad
El ser testigos de cristo, celebrar la fe y celebrar a los pobres
La iglesia sirve al hombre

El prelado haciendo referencia al tema  de la caridad  recordó al  teólogo Karl  Rahner quien expresaba que la iglesia tenía que vivirse en dos dimensiones, la dimensión de la caridad y la dimensión del nuncio y la liturgia.
Un ejemplo de ello es el  papa  Francisco, quien con sus acciones humanas demuestra  que, con   una caricia, con un gesto de atención, se conmueven los corazones. La iglesia tiene que ser consuelo, ayuda, la iglesia tiene que  acoger y mostrar la misericordia a los pobres.

Su excelencia afirmo que todos hemos sido testigo como la Diócesis de Cúcuta tiene unas estructuras de caridad bien organizadas. Tenemos el Centro de Migrantes que  ha servido a  90 mil personas en años y ahora en esta crisis humanitaria también ha estado presente, el banco de alimentos cospas.

 El  prelado señaló que el camino de la caridad es el camino de la santidad, y se acordó de  San Martin de Porras, quien fue un santo, mestizo,  que con su simplicidad supo servir a los pobres, entregando el pan, entregando una palabra de aliento.

Una  oyente  que está  pasando un momento difícil por la pérdida  de su hijo le preguntó a Monseñor 
¿Cómo vivir la caridad con la familia que ha perdido un ser querido?

– Monseñor responde amablemente: refugiarse en el consuelo cristiano, la muerte no es  el fin de la vida humana, la muerte es el principio de la vida de eternidad, esta familia  necesita del tiempo, de la caricia de amigos, personas que estén cerca de ellos, todo ese amor hacia un hijo que se ha ido se puede derivar a otros niños, jóvenes,  u otras situaciones como servir,   otro gran remedio es  la oración,  y ponerse en las manos de Dios.

Al finalizar esta reflexión que se da en el programa la Voz del Obispo, de 8:00 a 9.00 de la mañana monseñor Víctor Manuel invitó  a examinar  nuestros hechos,  pues no es solo pensar en dar, en las obras de caridad y misericordia como: enseñar  a cuentas personas lo necesiten, a ser una Iglesia que enseña y ama.