“Estoy convencida que Dios me llamó”
Fueron las palabras pronunciadas por la hermana Ana Milagros Ríos Granados, al ser consultada por su vocación, en el programa Testigos de Fe, transmitido a través de la emisora Vox Dei 1120 AM.
Dedicada a trabajar por el bien de los demás, la hermana Ana Milagros, decidió ser parte de la comunidad religiosa, hermanas de la presentación, colocando a su servicio la oración y la educación de la juventud nortesantandereana, bajo el lema, piedad sencillez y trabajo.
Esta religiosa es nacida en Venezuela, pero criada en Colombia, vivió su niñez en la frontera de Aguara Clara, perteneciente a la Diócesis de Tibú. Recuerda con total alegría que allí fueron sus mejores años.
Es criada en el seno de un hogar religioso y católico, su casa era frecuentada por los sacerdotes, obispos y hermanas. Su papá era un laico consagrado que se dedicó a la catequesis a enseñar a los niños, solidario con la gente, muy entregado a ayudar a los demás. Su mamá una campesina, devota de la virgen, desde pequeña los enseño a rezar el rosario.
Sus estudios primarios los curso en la vereda el núcleo y el bachiderato en el colegio buena esperanza. Creció rodea de un ambiente sano, con sus hermanos disfrutaban jugar al minitejo, escondidas. Fue una infancia feliz, expresó: Ana Milagros.
“Lo más agradable de la vida consagrada es sentir y estar convencido que Dios te llama, esa voz que yo oí, estoy convencida de que Dios me llamo y esto es lo que me mantiene y me anima”, expresa la religiosa. Para esta mujer consagrada lo más difícil es la santidad porque es todo un proyecto, un camino y en ese camino se van presentado muchas cosas y hay que despojarlo para que sea más liviano, pero nos cuesta llegar.
Hija, hermana, Amiga, profesional, y mujer dedicada a disfrutar su trabajo y su tiempo libre con la lectura. Sus libros preferidos son el caballero de la armadura de acero y aguas vivas que borbotean del padre Jose Antonio Fortea.
Esta santa nos demuestra que La adquisición continúa de conocimiento, la amplitud de saberes y la profundidad de los sucesos pues realizó sus estudios en filosofía y Ética en valores y también se dedicó a estudiar enfermería.
La enfermería ha sido uno de los campos de trabajo con mucha misericordia, estuvo trabajando en diferentes campos de salud; la salud rural, pública, en Cúcuta con la unidad básica Puente Barco leones, Imsalud, en la Diócesis de Tibú a nivel rural, visitó 36 veredas para desarrollar un programa con la gente ha realizado un trabajo arduo en esas zonas.
Esta trabajadora incansable, vive por y para Dios, profesión con la que no soñó desde su niñez, pero hoy ocupa un espacio dentro del círculo de la religión. La alegría, el amor, y el servicio son fundamentales para tener una vida plena.
Por Stefhanie Antolinez, Comunicadora Social en formación.