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Carmelitas Teresas de San José celebran 137 años al servicio de los desamparados

   
El Colegio el Carmen Teresiano, festejó el viernes 20 de febrero, el aniversario 137 de la congregación de las Hermanas de las Carmelitas Teresas de San José. A La celebración asistieron los padres de familia, profesores y estudiantes de la institución.

El acto inició con un momento de oración y reflexión, en el que se exaltaron las virtudes de las Madres Fundadoras: Teresa Toda y su hija Teresa Guasch: sencillez, humildad, mansedumbre, mortificación y el celo por la gloria de Dios.

Posteriormente, se inició la Eucaristía de Acción de Gracias por la congregación carmelitana.

Finalmente, los jóvenes conocieron, a través de un video, la historia de la congregación y la forma pastoral asumida por esta, en la que se resalta el valor de la vocación, que señala la religiosa Carmen Cecilia Ortiz Díaz, Superiora del Colegio Carmen Teresiano, debe asumirse inmersa en la cultura, «respondiendo al llamado de Dios, para servir de una u otra manera».

Durante la celebración, estudiantes expresaron el cariño y agradecimiento al servicio que brindan las hermanas carmelitanas, en beneficio de los jóvenes.

Un poco de historia

La congregación de las Hermanas Carmelitas Teresas de San José fue fundada en 1878 por Teresa Toda y su hija Teresa Guasch, nacidas en Riudecañas Tarragona. El 16 de septiembre de 1883 se fundan las primeras casas para que Teresa de Toda junto con su hija iniciarán la profesión religiosa, extendiendo su misión humanitaria a seis provincias de Tarragona: Catllar, Reus, El Morell, Garidells, Vallmoll y La Masó.

Las Carmelitas Teresas de San José están comprometidas con la experiencia del Espíritu Santo vivida por las Fundadoras. Entienden el carisma como una progresiva configuración con Cristo en el misterio de su anonadamiento e infancia espiritual. Viven en comunidades fraternas, con un estilo de vida familiar, donde se esfuerzan por hacer el talante evangelio que caracterizó a las fundadoras, esforzándose para que la sencillez, humildad, mansedumbre, austeridad y celo ardiente por la salvación de los hombres, sean el sello de familiar de la congregación.