En Testigos de Fe, conoce la vida y obra de los religiosos presentes en esta Diócesis
En el contexto del Año de la Vida Consagrada, proclamado por el Papa Francisco, el 30 de noviembre de 2014, la emisora diocesana Vox Dei, compartirá con sus oyentes, la vida, testimonio y obra de religiosos y religiosas presentes en esta Iglesia Particular, a través del programa radial Testigos de fe, emitido los jueves, de 10 a 11 de la mañana.
Durante la primera edición del programa conocimos la historia vocacional de la hermana Marta Consuelo Arcila, Misionera de la Nueva Vida y este jueves, 12 de febrero, nuestro testigo de fe fue el sacerdote Francesco Bortignon, padre scalabriniano.
Perfil
El padre Francesco Bortignon nació en salvarosa, de la ciudad italiana de Castelfranco Veneto , en la provincia de Treviso, es el sexto de 9 hermanos, su infancia la recuerda entre campos, juego y familia; uno de sus grandes talentos es el deporte, la música, el dibujo y la escritura, considerando la sagrada escritura como su libro preferido.
Sus estudios de teología los realizó en la universidad Gregoriana de Roma. En los primeros 30 años de ordenación pasó como misionero por Roma, Nueva York, Caracas, Maracay y México. Desde hace 19 años se encuentra en la capital de Nortesantandereana, ejerciendo su ministerio sacerdotal y brindando un importante aporte en ámbito comunitario.
El padre Bortignon pertenece a la Congregación Misioneros de San Carlos Borromeo (más conocidos como scalabrinianos).
Siguiendo su vocación de servir a la comunidad ha promovido una importante obra social, a nivel educativo y de acompañamiento a la población vulnerable, de manera especial, niños, familias desplazadas y deportados, en sectores de periferia donde se han ubicado nuevos asentamientos humanos.
La obra se desarrolla principalmente en las comunas 6 y 7 de Cúcuta.
Actualmente, el padre Francesco Bortinognon dirige el Centro de Migraciones de la Diócesis de Cúcuta.
El sacerdote italiano, se ha destacado por ser promotor de los trabajos comunitarios, luego de doce años de estar en la ciudad fue condecorado con la orden José Eusebio Caro en grado ordinario por la Gobernación del Norte de Santander.
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